viernes, 10 de agosto de 2012

No existen los milagros a menos que los provoques



Entrada dedicada a Anna Munné. El título y la inspiración ha sido gracias a ella.

Creo que el video lo dice todo. Como dice Xesco Espar en su libro Jugar con el corazón, existen tres tipos de personas; las que no se enteran de nada, las que se enteran de lo que pasa y los que se enteran y actúan.

Seguramente, durante nuestra vida, tendremos momentos de problemas y de dificultades y momentos en los que andaremos más descansados. Muchas veces nos dejamos llevar por el viento; estar feliz cuando todo va bien, estar triste cuando todo va mal. Eso no es vivir. La idea de que no podemos hacer nada, de que el destino está escrito, es mentira.

La mala noticia es que el tiempo vuela, la buena es que somos los pilotos. Claro que nos encontraremos obstáculos inesperados y problemas que no dependen de nosotros, pero eso no significa que debamos chocar con todos de la misma manera y sin poder hacerle nada. Al contrario, es nuestro deber encararlos de la mejor manera posible, aprendiendo y disfrutando de cada momento, escogiendo la mejor opción y aprender de los errores. Sólo así crecemos.

No se puede curar un enfermo si no se cuida, si no se reza, si no se desea que se cure. No se enamora a una persona si no se apuesta por ella, si no se corteja, si no se funden las posibilidades. No se está 50 años casado si no se demuestra afecto cada día. No se marca un gol si no se juega el partido, si no hay esfuerzo. No existen los milagros a menos que los provoques.


Leticia.

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