Mi madre siempre dice que no por el hecho de gustarte una persona, debes estar con ella, o ir a por ella. Que, de hecho, te van a gustar miles, por mil razones. Decidir por a por quién vas a ir ya es tu decisión y depende de muchos, de muchísimos más factores que el de "gustar".
Así, hay cosas que no controlamos; nuestros sentimientos. Pero sí que controlamos nuestras decisiones. Y no he encontrado mejor manera para empezar este post.
Tras muchos meses, o incluso años, de malas experiencias amorosas, de desengaños, de chascos, nos hemos llenado de rasguños y heridas. Nos han salido taras, así, del uso. De intentarlo, de caer, de arrastrarnos.
Muchos, con esas taras, nos hemos rebajado. Hemos ido a las rebajas de enero, a las de junio, a las de semana santa; nos hemos inventado nuestras propias rebajas. Algunos, incluso, se van a las tiendas de segunda mano. Nos bajamos el precio. Nos vendemos a cualquier precio, para no estar solos.
Es curioso porqué una vez, en una tienda de segunda mano, encontré un libro muy interesante. Tenía la portada sucia y gastada, toda del mismo color. Pero valía diez veces menos que en una librería, y lo compré, y me encantó. Hubiera pagado más por él; tenía un preció más bajo del que merecía.
La única diferencia entre ese libro y nosotros, es que nosotros nos podemos poner el precio.
Es igual las veces que hayamos fallado, o las que nos hayan rechazado, o las que nos hayan usado. Podemos reciclarnos. Podemos sacudirnos el polvo una vez más. Podemos volver a ser caros y que la persona que nos quiera tenga que ahorrar mucho para conseguirnos. Pero mucho mucho.
No importa si la portada es sencilla, bonita o fea (para gustos los colores), lo que importa es que el contenido sea el mejor, el máximo dentro de nuestras posibilidades.
Nadie quiere un libro de mierda, lleno de mierda. A todos nos gusta ahorrar para comprar-nos un buen libro, oler las hojas, saborearlo.
Es igual la temática que tengas, repito, para gustos los colores. Lo que importa es que seas interesante. Que tengas personalidad, que tengas valores, que puedas explicar aventuras, que tengas hobbies, aficiones. Que seas capaz de querer a los demás. Que no te importe arriesgarte por alguien, dar la cara, sufrir, para que alguien pueda estar mejor.
Que no importe como estás escrito, sino lo que cuentas.
Y así, quizás, te podrás poner un precio muy alto.
Es posible que, con ese precio, tarden más en comprarte. Pero seguramente quien ahorre por ti, te querrá de verdad.
A no ser que prefieras ser un saldo y estar en un estante de una tienda de segunda mano, y pretender tener suerte.
Si algo he aprendido es que el amor no es cosa de suerte. Amar es un verbo. Amar es una decisión. Amar es una apuesta que cuesta mucho, mucho, mucho.
Pero siempre merece la pena.
Leticia Illa.
Calaix de sastre
Bienvenidos a mi rincón y el vuestro, si queréis. En él escribiré reflexiones sobre cualquier tema que espero que os sirvan para reflexionar también, entreteneos o simplemente sonreír. No dudéis en hacer vuestros comentarios, críticas y sugerencias!
domingo, 29 de marzo de 2015
martes, 2 de diciembre de 2014
Les coses que no ens hem dit (ni els cal dir)
Crec que peco de parlar massa. De fet, també penso massa.
Molts cops dic coses que no haig de dir, en moments on no toca dir-ho. I molts cops també penso coses que no són, perquè interpreto coses que no cal interpretar de una manera que s'allunya, quasi sempre, de la realitat.
Diuen que malpensis i encertaràs, però jo mai encerto.
Suposo que tot això és quelcom que haig de millorar. I m'agrada. Sempre hem de tenir coses per millorar.
De fet ho estic millorant.
Hi ha persones que per A o per B saps que t'estimen, i t'estimen molt, tot i que no t'ho diguin. Hi ha persones que callen i callen i parlen amb els ulls, amb els gestos. I demanen temps i espai a crits silenciosos.
Fa poc que he entés que a vegades no cal parlar-ho tot, ni parlar de tot, ni parlar gaire. A vegades només cal somriure, assentir, tocar, abraçar i estimar.
A vegades, no dient res, ens ho diem tot. I el millor de tot és que ens entenem.
Gràcies per fer que aquest defecte tingui més sentit.
Molts cops dic coses que no haig de dir, en moments on no toca dir-ho. I molts cops també penso coses que no són, perquè interpreto coses que no cal interpretar de una manera que s'allunya, quasi sempre, de la realitat.
Diuen que malpensis i encertaràs, però jo mai encerto.
Suposo que tot això és quelcom que haig de millorar. I m'agrada. Sempre hem de tenir coses per millorar.
De fet ho estic millorant.
Hi ha persones que per A o per B saps que t'estimen, i t'estimen molt, tot i que no t'ho diguin. Hi ha persones que callen i callen i parlen amb els ulls, amb els gestos. I demanen temps i espai a crits silenciosos.
Fa poc que he entés que a vegades no cal parlar-ho tot, ni parlar de tot, ni parlar gaire. A vegades només cal somriure, assentir, tocar, abraçar i estimar.
A vegades, no dient res, ens ho diem tot. I el millor de tot és que ens entenem.
Gràcies per fer que aquest defecte tingui més sentit.
jueves, 10 de abril de 2014
El gris
Hoy ha
salido la noticia de que, en el partido de cuartos de final de la champions,
Messi solo corrió 1,5 km más que Pinto, que es portero.
Comentarios,
y más comentarios. La "crisis" de Messi. Que el Barça de Messi no se
merecía ganar. Que con lo que gana ya podría correr más.
Hay gente
que incluso estaba de mal humor esta mañana.
Me gusta el
color gris. De hecho me gustan todos los colores, pero sobre todo el gris. Pero
no me gusta el gris por el hecho de ser gris, ni porqué combina mejor en la
ropa. Me gusta porqué es una mezcla entre negro, que lo es todo, y blanco, que
no es nada.
Voy a ir al
grano. Que el amor es maravilloso pero hay que encontrar a la persona perfecta.
Que el amor es una mierda porqué la gente engaña. Que el amor no existe,
directamente. Pero todos esperamos grandes amores, que nos quieran, que nos
cuiden, que llegue algún día, que tenga alguien a mi lado cuando me muera,
tener hijos.
La gran
verdad es que aquí pocos curran.
No tengo ni
puñetera idea de si existe una persona perfecta y creada para cada uno de
nosotros. No tengo ni idea de si la persona se elije o llega. No tengo ni idea
de si ya la conocemos, o ya la conoceremos. De si será poco a poco o si será de
golpe. No tengo ni idea y supongo que, hasta que no se encuentra, no se tiene
ni idea.
Y luego hay
divorcios. Y resulta que no era para mí. Y resulta que me equivoqué. No era lo
que esperaba. Y tenemos el amor del verano 2008, el del 2009 - 2011 y el de ese
año que no estuvo mal pero había algo que no me acababa de gustar.
La gran
verdad es que aquí pocos curran.
Y somos
exigentes, claro que sí. Y buscamos que sea perfecta, o perfecto para nosotros.
Pero aquí
pocos curran. Que nosotros ya seremos perfectos para alguien. Los cojones.
Lo último
que he escuchado sobre amor es que "no todo es tan bonito, ni de color de
rosa". Pues claro que no. Como queremos que sea rosa si estamos pensando
en que hoy whatsapp no funciona en vez de ir a comprar la puta pintura rosa. Y
perdonen las palabrotas, pero ya estoy cansada.
Que lo que
cuenta es el curro. Que si el amor no es rosa ni bonito es porque no tenemos ni
idea de donde se vende la pintura, ni qué tono de rosa es mejor, ni que es el
amor.
Porqué, qué
es? Son mariposas revoloteando por nuestros estómagos? Es ese sentimiento en
que crees que se te va a salir el corazón del pecho? Es lo que dura un año, o dos, o tres, porqué
luego "a veces se acaba" y llega alguien mejor? El amor es la persona
más guapa, o más simpática, o más divertida, o la que nos hace los mejores
regalos, o la que se preocupa más por nosotros o...
Y por una
vez me he parado a pensar en el futuro. Es algo que no me gusta hacer pero que
de vez en cuando también hay que mirar, como para pensar un poco más allá.
Y cuando veo
mi futuro dentro de cincuenta años me veo arrugada. Y si ahora tengo defectos y
los disimulo, luego tendré el doble y sin disimular. Y seguramente el viejo que
tenga a mi lado también estará arrugado, y más calvo y más gordo. Y más
antipático. Y sus bromas no me harán tanta gracia.
Entonces,
que queda? Queda el curro. El CURRO.
Queda ir y
volver del blanco al negro, y del negro al blanco. Salir de la mediocridad,
porqué de extremo a extremo, donde vamos y volvemos para reinventarnos, siempre
pasaremos por el gris. El gris es esa zona cómoda donde somos perfectos y
queremos que nos quieran y nos aprecien y nos valoren y NOS.
Pero quien
se encarga de ser la persona perfecta para los demás? Ah claro, que para ser
perfecto hace falta MUCHO curro. Y no nos va.
Que
"estoy para lo que necesites" y "quedamos el viernes que tengo
mucho que hacer". Que no quedamos porqué, para 5 minutos... Que vengas tu
que a mi me da palo. Que te quiero mucho, muchísimo, y cuando nos veamos un
polvete que hace tiempo que no lo hacemos. Y cubre MIS necesidades. Que yo te
quiero mucho pero el amor no es de color rosa y te jodes.
Y falta
curro.
Si hoy
llueve, si no te quiere, si eres feo, si sacas malas notas, si tu madre es una
pesada o si Messi no corre y pierde el Barça, pues es lo que toca. Que te digo
que te lo curres tu, que trabajes, que des los buenos días, y las buenas
noches, y que saludes, y que sonrías, y que busques un minuto, o dos segundos,
para preguntarle como está. Y que apuestes y vayas a por tu apuesta.
Y que
valores que aún queda gente que no es mediocre. Que no es perfecta pero no es
mediocre. Y no pone excusas. Y se lo curra.
Estas
personas son, quizás, con las que dentro de cincuenta años podrás seguir
contando. Porqué cuando se acaba el sentimiento, el enamoramiento, la
perfección, lo gracioso, lo bonito, lo mejor de él o de ella... Queda el curro,
y el curro sí que es amor.
L.
domingo, 9 de febrero de 2014
A la guerra.
Hoy he decidido que voy a la guerra. Me lo juego todo a una carta. Seguramente tengo más posibilidades de perder que de ganar; en todo caso quiero vivir.
Porqué no se puede vivir con un nudo de marinero en el estómago. No se puede vivir sin poder dormir la siesta diurna, ni la siesta nocturna. No se puede vivir pensando "qué hubiera pasado si...". No se puede porqué al final rebientas como una granada y salpicas a todos, hasta los que no han salido de casa porqué es domingo por la tarde y toca estar en el sofá.
Y seguramente sea más tozuda que una mula. Pero tras varios intentos he comprendido que no puedo cambiar según que cosas. En todo caso las tengo que explotar. Y a quien no le guste ya sabe el dicho.
Hay que arriesgar, porqué al final, lo máximo que puedes perder es el culo, y unas cuantas lágrimas. ¿Y qué? La vida sigue, como siempre ha hecho.
Me voy a la guerra, a luchar una última batalla. Esa batalla que sabes que lo más posible es que pierdas, pero hasta en los partidos en los que juega el primero contra el último, este tiene posibilidades de ganar, al menos de marcar algún gol.
A presionar o a media pista, pero en medio no hacemos nada. Y estoy cansada de quedarme en medio "por si". Que le den al "por si". Hoy toca atacar, pero atacar bien.
Feliz domingo.
Porqué no se puede vivir con un nudo de marinero en el estómago. No se puede vivir sin poder dormir la siesta diurna, ni la siesta nocturna. No se puede vivir pensando "qué hubiera pasado si...". No se puede porqué al final rebientas como una granada y salpicas a todos, hasta los que no han salido de casa porqué es domingo por la tarde y toca estar en el sofá.
Y seguramente sea más tozuda que una mula. Pero tras varios intentos he comprendido que no puedo cambiar según que cosas. En todo caso las tengo que explotar. Y a quien no le guste ya sabe el dicho.
Hay que arriesgar, porqué al final, lo máximo que puedes perder es el culo, y unas cuantas lágrimas. ¿Y qué? La vida sigue, como siempre ha hecho.
Me voy a la guerra, a luchar una última batalla. Esa batalla que sabes que lo más posible es que pierdas, pero hasta en los partidos en los que juega el primero contra el último, este tiene posibilidades de ganar, al menos de marcar algún gol.
A presionar o a media pista, pero en medio no hacemos nada. Y estoy cansada de quedarme en medio "por si". Que le den al "por si". Hoy toca atacar, pero atacar bien.
Feliz domingo.
miércoles, 5 de febrero de 2014
A todos aquellos...
Ya sé que cualquiera podría escribir una entrada similar. Que a fin de cuentas, somos todos muy desgraciados y eso. Pero lo veo necesario. Estoy cansada.
Claro que hay que servir al prójimo. Claro que hay que ayudar desinteresadamente. Por supuesto. Cuidemos de los demás, que el que da amor recibe amor.
No digo que no, ni me puedo quejar. Pero sí que es verdad que hay algunos listillos, o listillas, que van de eso, de listillos y listillas. Que se creen marajas o los reyes del mambo. Y yo no estoy aquí para bailar ningún mambo, ni un tango, ni nada.
A todos aquellos que creéis que sois inalcanzables. Que tenéis suficientes amigos. Que podéis despreciar invitaciones, reiros de los que os ofrecen tiempo. Que no estamos a la altura de vosotros. Que podéis quedaros en silencio ante propuestas, para que los demás deduzcamos que es un No. Pues decid que no, capullos.
A todos aquellos que solo vais a dirigir la palabra a algunos. Que podéis girar la cara cuando os da la gana, como si os hablara un perro, o una iguana, o qué se yo.
A todos aquellos que os creéis más, sois gilipollas. Que os den, en serio.
Ala, ya lo he dicho.
Claro que hay que servir al prójimo. Claro que hay que ayudar desinteresadamente. Por supuesto. Cuidemos de los demás, que el que da amor recibe amor.
No digo que no, ni me puedo quejar. Pero sí que es verdad que hay algunos listillos, o listillas, que van de eso, de listillos y listillas. Que se creen marajas o los reyes del mambo. Y yo no estoy aquí para bailar ningún mambo, ni un tango, ni nada.
A todos aquellos que creéis que sois inalcanzables. Que tenéis suficientes amigos. Que podéis despreciar invitaciones, reiros de los que os ofrecen tiempo. Que no estamos a la altura de vosotros. Que podéis quedaros en silencio ante propuestas, para que los demás deduzcamos que es un No. Pues decid que no, capullos.
A todos aquellos que solo vais a dirigir la palabra a algunos. Que podéis girar la cara cuando os da la gana, como si os hablara un perro, o una iguana, o qué se yo.
A todos aquellos que os creéis más, sois gilipollas. Que os den, en serio.
Ala, ya lo he dicho.
domingo, 26 de enero de 2014
Carta de una entrenadora a su equipo Alevín.
“Si sólo piensas en
ganar, es más fácil que pierdas. Es mejor pensar en cómo ganar” (Valero Rivera, entrenador de
balonmano)
¡Hola equipo!
He pensado que, como no queréis (o no os apetece, o vuestros
compañeros que hablan demasiado no os dejan) escucharme, quizás os va mejor
“leerme”.
Igual os parece una lata poneros a leer, con la cantidad de
deberes que tenéis… (Seguro, ¿verdad?) Por eso intentaré no alargarme
demasiado. Si no lo consigo, ¡lo siento!
En primer lugar os quiero decir que todos y cada uno de
vosotros sois importantes y necesarios en este equipo, juguéis en el A o en el
B. Y digo eso para todos. Para los que se piensan que son súper “craks” y creen
que hay gente que sobra, y para la gente que cree que no llega al nivel y se siente
mal. TODOS sois necesarios por el simple hecho de que SIEMPRE podéis sumar. Uno
sumará calidad técnica. Otro sumará velocidad. Otro sumará paradas. Otro sumará
carácter. Otro, quizás, sumará paz (el que nunca se pelea). Otro sumará buen
rollo. Y tú, ¿qué sumas? Mi primera propuesta es que hagáis una lista de lo
que creéis que SUMAIS vosotros. O de lo que creéis que podéis sumar.
En segundo lugar, entiendo que tengáis problemas. No siempre
se puede venir de buen humor a entreno, no siempre tenemos ganas de entrenar. A
veces nos pensamos que los entrenos son súper aburridos. A veces nos toca la
pista de arriba, que es un rollo. A veces no jugamos “partido libre”. Cuando
jugamos partido libre los compañeros nos hacen muchas faltas. A veces un
compañero juega más que yo. A veces me insultan. A veces un compañero me dice
algo que me sienta mal, que no me gusta. Y una larga lista de problemas… ¡Y NOS
QUEJAMOS! ¿Me equivoco?
Pero… ¿Y todas las cosas buenas? Cuando sí que juego más.
Cuando la cago y a pesar de ello no me castigan. Cuando me toca en el equipo que me gusta, por
el hecho de tener un balón en los pies, aunque sea un minuto, un segundo,
pensad que hay niños que no tienen ni eso… ¿Eso no lo valoramos?
Haceros estas preguntas… ¿Quejándome soluciono problemas?
¿Porqué en un problema siempre hay dos partes, y nos preocupamos más de la otra
parte que no de nosotros mismos? ¿Qué puedo hacer YO para solucionar el
problema?
Os voy a contar una cosa: Cuando acabamos un entreno y os
vais a casa, yo me pongo a pensar… ¿Porqué hoy los alevines se han peleado?,
¿Porqué hoy no les ha gustado el entreno que me ha costado casi una hora de
planear?, ¿Porqué hoy no me han dejado hablar?, ¿Porqué un jugador hoy me ha
faltado al respeto? Y podría seguir con una larga lista.
Pero en vez de quejarme, de pensar que vosotros tenéis la
culpa de todo. Os prometo que NO lo hago. En cambio, pienso… ¿QUÉ PUEDO HACER
YO? ¿Puedo buscar ejercicios más divertidos para los entrenos?, ¿Puedo estar más
atenta para ver quien se porta mal o bien?, ¿Puedo mimaros más, estar por
vosotros? Y os prometo que lo intento todo para que al próximo entreno, al
próximo partido, salga todo mejor y VOSOTROS estéis contentos.
Pero sinceramente, me encuentro con un equipo que no quiere.
Un equipo en el que cada uno se mira al ombligo y le da igual que otro hable,
que otro se sienta mal. Queremos que nos escuchen pero nosotros no somos
capaces de escuchar. Un equipo dónde hay burlas, dónde los compañeros de un
mismo equipo se pegan. Dónde se guardan rencores. Dónde, en vez de pensar en
qué nos equivocamos nosotros, señalamos al otro cuando se equivoca. Dónde nos
contestamos cuando nos dicen algo que no nos gusta. Dónde hacemos a los demás
TODO aquello que a nosotros NO nos gusta que nos hagan.
¿Éste es el equipo en el qué queréis estar? ¿De este equipo
queréis formar parte?
Sé que algunos os portáis mejor que otros. Pero no me vale
con portarse bien. Se trata de hacer las cosas bien y de convencer a los demás
de que hay que hacer las cosas bien. Se trata de ser un ejemplo para los demás.
Se trata de contagiarse de buen rollo. Se trata de, cuando hay una injusticia,
ser más JUSTOS, no devolver con la misma moneda. No empecéis guerras, ni mucho
menos las continuéis.
Y sois los únicos que podéis cambiar este equipo y estar a
gusto en él. No me vale pedir perdón. Tengo que demostrar, cada día, que pido
perdón con todo aquello que hago. Des de venir motivado, a no quejarme, a
procurar no hacer faltas, a levantar al compañero cuando se cae, a callar
cuando me contestan mal, a no contestar mal yo.
Se trata de ser mejores, de hacerles la vida fácil a los
demás. Si todo el mundo les hace la vida fácil a los demás, nos acabaran
haciendo la vida fácil a nosotros.
Y si conseguimos todo esto… Solamente esto, y ESCUCHAR,
quizás podamos empezar a aprender un poquito más de fútbol sala y demostrarlo
los sábados. No se trata de ganar, se trata de QUÉ hacemos para ganar. Se trata
de MERECER ganar.
Sé qué sois capaces de todo lo que os propongáis y sé que
tenéis tantas ganas como yo de empezar a venir a los entrenos contentos, de
irnos de los entrenos contentos y a disfrutar del deporte.
¡Hasta el sábado!
L.
“Lo que te hace ganar
es querer ganar y querer hacer todo lo que toca para ganar. Querer trabajar
cuando no te apetece; saber aguantarte en los momentos complicados pensando que
van a cambiar; ser lo suficientemente tozudo para pensar que las cosas saldrán
bien cuando no salen a la primera ni a la décima; que la mente esté preparada
para asumir las dificultades, para así poder superarlas.” (Rafa Nadal, tenista)
lunes, 26 de agosto de 2013
Esfuerzos invisibles
Estaba con la consola, esta mañana, entretenida con un juego que requería una habilidad específica. De repente ha pasado mi hermano por la habitación, justo en el momento en que iba perdiendo y he soltado una queja; "¡no hay manera, no me sale!", y supongo que, sin más pretensión que animarme, ha "contestado" él; "Tú puedes conseguir todo lo que te propongas", y se ha ido.
Entonces, he acabado la partida, he apagado la consola y he subido al ordenador a escribir en el blog ya que se me ha ocurrido algo;
Tengo una amiga, chica, que me explicó recientemente que le gustaba un chico, guapo, de su edad, con muchas cosas en común, pero que no quería irle detrás, que quería que fuera él el que la buscara. Aunque hoy en día ya no sea totalmente necesario que el hombre persiga a la mujer, aunque que ese estereotipo ya no sea el único, para que engañarnos... A las chicas nos gusta eso.
Y pensando en "tú puedes conseguir todo lo que te propongas" me ha venido a la cabeza tantas personas dejándolo todo por amor, chicos detrás de chicas, chicas detrás de chicos, chicas detrás de chicas, chicos detrás de chicos, que se dejan sudor, lágrimas, tiempo, dinero, cansancio y supongo que mil cosas más.
Luego, hablando con un amigo, de esos de confianza, salió el tema de la chica de la que os hablo, que iba detrás de menganito, y él me dijo; "Lo agovia"
- ¿Cómo?
- Que lo agovia. Necesita espacio, tiempo; algunos hombres lo necesitamos. No es que no la quiera, o que no le guste, que eso no lo sabemos, pero se siente agoviado.
Y no digo, ni mucho menos, que esto pase en todos los casos, que todos los hombres sean iguales en este aspecto, para nada, pero ese "espacio", ese "tiempo", me ha hecho pensar algo:
Igual no todos los esfuerzos son los que se ven, los que comentaba antes; irle detrás, llamarlo, escribirle, dejarse el sudor, las lágrimas, el tiempo, el dinero, y cansarse en vano, pensando que somos unos románticos, que le damos "todo" y no recibimos nada a cambio. Igual no.
Igual es un esfuerzo más grande esperar, no decir nada, dar tiempo, espacio, llorar en silencio, pasar horas mirando el teléfono, la última conexión, y no poder mover un dedo para escribirle. Igual el esfuerzo es dar a entender al otr@ que estamos ahí, apoyarl@, pero dejar que el otro decida si realmente quiere que formemos parte de su vida y en qué medida.
Igual es este otro modo de "conseguir todo lo que te propongas", en el terreno amoroso, pero claro que en cualquier otro terreno también se requiere de constancia, paciencia, estudio, práctica.
Ese es, creo, el esfuerzo invisible.
Entonces, he acabado la partida, he apagado la consola y he subido al ordenador a escribir en el blog ya que se me ha ocurrido algo;
Tengo una amiga, chica, que me explicó recientemente que le gustaba un chico, guapo, de su edad, con muchas cosas en común, pero que no quería irle detrás, que quería que fuera él el que la buscara. Aunque hoy en día ya no sea totalmente necesario que el hombre persiga a la mujer, aunque que ese estereotipo ya no sea el único, para que engañarnos... A las chicas nos gusta eso.
Y pensando en "tú puedes conseguir todo lo que te propongas" me ha venido a la cabeza tantas personas dejándolo todo por amor, chicos detrás de chicas, chicas detrás de chicos, chicas detrás de chicas, chicos detrás de chicos, que se dejan sudor, lágrimas, tiempo, dinero, cansancio y supongo que mil cosas más.
Luego, hablando con un amigo, de esos de confianza, salió el tema de la chica de la que os hablo, que iba detrás de menganito, y él me dijo; "Lo agovia"
- ¿Cómo?
- Que lo agovia. Necesita espacio, tiempo; algunos hombres lo necesitamos. No es que no la quiera, o que no le guste, que eso no lo sabemos, pero se siente agoviado.
Y no digo, ni mucho menos, que esto pase en todos los casos, que todos los hombres sean iguales en este aspecto, para nada, pero ese "espacio", ese "tiempo", me ha hecho pensar algo:
Igual no todos los esfuerzos son los que se ven, los que comentaba antes; irle detrás, llamarlo, escribirle, dejarse el sudor, las lágrimas, el tiempo, el dinero, y cansarse en vano, pensando que somos unos románticos, que le damos "todo" y no recibimos nada a cambio. Igual no.
Igual es un esfuerzo más grande esperar, no decir nada, dar tiempo, espacio, llorar en silencio, pasar horas mirando el teléfono, la última conexión, y no poder mover un dedo para escribirle. Igual el esfuerzo es dar a entender al otr@ que estamos ahí, apoyarl@, pero dejar que el otro decida si realmente quiere que formemos parte de su vida y en qué medida.
Igual es este otro modo de "conseguir todo lo que te propongas", en el terreno amoroso, pero claro que en cualquier otro terreno también se requiere de constancia, paciencia, estudio, práctica.
Ese es, creo, el esfuerzo invisible.
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